Propiedades de Plantas Mágicas de Sudamérica
Propiedades de Plantas Mágicas de Sudamérica
En tanto que algunos autores consideran la medicina sudamericana como algo primitivo y harto fantástico, otros no cesan de alabar las habilidades quirúrgicas y la maravillosa terapéutica de los indios.
En los origenes de la medicina india planeaba siempre la creencia de que una enfermedad procede de causas sobrenaturales, y en consecuencia, es inutil para ellos el auxilio del médico, debiendo por tanto fundarse la terapéutica en la eficacia de las oraciones y el “don” que poseenalgunas personas, como los chamanes, o brujo-medico indio.
La curación mágica consiste, pues, en los procesos y técnicas conducentes, ya a integrar el alma al cuerpo, antes que sea demasiado tarde, ya a extraer el elemento extraño del cuerpo del enfermo, lo que se acom paña con tratamientos empíricos, que se consideran accesorios, y se basan principalmente en el empleo de plantas medicinales.
La medicina mágica posee diversidad de matices, puesto que abarcan desde los límites de la medicina empírica hasta la teúrgica.
Ante todo nos encontramos con un problema: ¿ cómo descubrió el indio las virtudes medicinales de las plantas ?. Bien, la casualidad pudo contribuir en gran parte a este descubrimiento, como pudo ocurrir con las plantas venenosas, muchas de las cuales, sin enbargo, administradas en pequeñas dosis, también son beneficiosas y curativas.
El botánico Caldas, oriundo de Colombia, observó que cuando los indios buscaban en los montes un remedio para determinada enfermedad, señalaban como eficaces diversas plantas de la conformación más diversa, aunque todas pertenecían infaliblemente a la misma familia.
Del gupo de plantas cuyas virtudes curativas logró el indio por la observación de los animales hay que citar el ” guaco “, una de las plantas cuyo estudio hizo famosa la Expedición Botánica de Nueva Granada.
El hallazgo de sus propiedades terapéuticas se debió a un autoctonó de la zona que vio a un águila, mordida por una serpiente, comer las hojas de guaco. El indio refirio tal acontecimiento a Matiz, miembro de la mentada expedición,quien comprobó la virtud del vegetal, puesto que cuando se untaba
las manos con jugo de guaco, podía coger inpunemente a las serpientes, que aún que le mordieran no le intoxicaban en absoluto.
Sus propiedades medicinales son, broncodilatador, expectorante, antitusivo, resfriados, tos, asma, gripe, etc..
Para la Salud
Infusión: Contra la tos. Se pone a hervir un litro de agua por una cucharada de hojas de guaco. Hervir durante 5 minutos de cuela y se toma calentito
México
Guaco
Los mexicanos, por ejemplo, poseían hierbas para todas las enfermedades, para todos los dolores y, gracias a su experiencia, realizaban curas maravillosas. Claro que las enfermedades entre los mayas y los aztecas no estaban relacionadas con diablos o espiritus malignos, a los que podía dominar el brujo, sino directamente con los dioses. Y como dios es creador de la Naturaleza, la dotó con los remedios adecuados a cada una de las enfermedades . Una de las plantas medicinales de México, es el hoitzilozitl, cuya resina, destilada naturalmente del tronco de la planta, la usaban ya los aztecas, formando con ella un bálsamo líquido, de color negro. Es lo que más adelante se conocio como ” bálsamo de Perú”, a pesar de ser originario de México. Este bálsamo es un excelente remedio contra las heridas. Si en lugar de usar la resina de la planta, se emplea el aceite exprimido de las semillas, el efecto es el mismo, aunque actúa de forma más benigna y suave.
Además de curar las heridas, este bálsamo es útil para fortalecer el estómago debilitado, tomando solamente unas gotas en ayunas. Como untura exterior calma cualquier clase de dolor, siendo también admirable en los cólicos y las afecciones intestinales.
Balsamo del Perú
La (Ipomoea jalapa ) fue enviada a España como ” batata de México “, y otros nombres diversos. Esta planta echa una raíz redonda, blanca y tierna, de la que brotan los tallos, delicados, cilíndricos y volubles, con hojas en forma de escudo, angulosas, y flores purpúreas, en figura de címbalos. Las raíces, tomadas al acostarse en dosis de unos cien gm por litro de agua (un tazón solamente constituyen un buen purgante. Para la cura de heridas se utilizan aún hoy día las hojas , la corteza o las mismas raíces.
Ipomoea jalapa
Entre los diuréticos, y depurativos de la sangre, cabe citar el xocoxochitl y el ahuehuetl, empleándose éste para curar las dermatosis rebeldes, los eczemas crónicos, y con el aceite, las quemaduras.
Ahuehuetl
La zarzaparrilla, hoy día bastante olvidada, servia en los siglos XVI y XVII como gran depurativo de la sangre y remedio contra la sífilis.
Zarzaparrilla
Y entre los antidiarreicos mencionaremos la ” hierba olorosa ” utilizada desde México hasta Argentina, actualmente todavía, por los indios. Esta droga lucha contra los parásitos intestinales, habiendo sido usada por la fundación norteamericana Rockefeller, en sus campañas sanitarias de Centroamérica.
Ecuador
En el Ecuador son muy numerosas las plantas mágico-medicinales usadas por los indígenas, siendo su terapéutica vegetal rica y original. Una gran conquista de la medicina ecuatoriana es la planta llamada mus-mus por los indios del altiplano, y matu-tumuyo por los záparos y los jíbaros.Es una laurácea que posee la virtud de ser un tónico cardíaco poderoso, no tóxico, aplicable principalmente en los casos graves de endocarditis de origan reumático.
Los indios del altiplano, asimismo utilizan varias especies de genciana, como tónico muscular, y en realidad, modernamente se ha establecido científicamente que la gencia tiene un principio activo, la genciopierina, de propiedades tónicas indiscutibles.
El paico es una planta que, según algunos pueblos, es un potente vermífugo, pero los indios del Ecuador consideran que sirve para aumentar la memoria.
Las hojas tiernas del quishuar, árbol arbusto de los Andes y las tierras pantanosas, se emplean para el tratamiento de las heridas infectadas.
Las raíces de algunas euforbias, como la Euphorbia quitensis, se usan en cocimientos en calidad de purgantes.
Otras plantas usadas por los indios ecuatorianos son el penco, como abortivo, el látex del ficus laurifolia, que se usa contra verrugas (comprobado cientificamente ); y finalmente las flores del “aya madeja ” (Cuscula fétida), empleadas contra infecciones hepáticas.
Perú
El Perú de los incas tuvo una medicina mágica y práctica muy adelantada, no solamente en la medicina vegetal, sino también en la cirugía, especialmente en la trepanación.
Los indios peruanos, de acuerdo con la tradición de sus mayores, continúan curando de sus dolencias y enfermedades, a veces en medio de grandes ritos mistico -religiosos, mediante las plantas y las hierbas, cuyas recetas fueron transmitiendo de una a otra generación.
Entre las más utilizadas en el Perú, citaremos la infusión de cidroncillo (Lipia fiebrigii ), bebida sana, con los mismas propiedades que el té. La asnacecora, se emplea en forma de cataplasma para curar las heridas. Los polipodios se emplean como astringente, diaforéticos, antivenéreos y depurativos de la sangre.
Como afrodisiacos usan el huanarpu, tanto macho como hembra. Para se regular la menstruación, las indias del Perú se sirven de la planta llamada hualhua (Psoralea glandulosa ). Con el nombre de manca-ppaqui, llaman los actuales indios a la Eupatorium sterbergianum, cuyo cocimiento, tomado en ayunas, es contrario a la retención de la orina, limpia el hígado y alivia el dolor de muelas.
En la actualidad, se usa el tratamiento de la piorrea y las gingivitis.
Las flores de ñucchu (Salvia biflora ), de color rojo escarlata, de forma de daga y dedicada al Inca, se emplean como soporífero, así como en la curación de la pleuresía. Esta planta es muy apreciada por los indios, que antaño la usaban en sus ceremonias religiosas: De la pacheloque o ractania (Krameria triandra existe cierta cantidad en toda vivienda india, ya que los polvos de la raíz curan las heridas y las afecciones intestinales, fortaleciendo al mismo tiempo las encías. También es famosa la pacha-taya (Lepidophillum quadrangulare ) que los indios utilizan para sanar sus heridas. El paico se usa como vermífugo, y la pfallcha, género de genciana, reúnen el carácter de plantas medicinales y mágicas, pues se emplean como sudoríficas, en tanto que las flores forman parte de los adornos de carnaval y los ritos religiosos.
Es extremadamente curioso el empleo de la semilla de puccheris (Nectandra puchery ), y aún más el que se prefiera las las que se allan en el buche de unos grandes pájaros noctornos llamados guácheros, los cuales eran antaño considerados como aves relacionadas con el mundo sobrenatural, pudiendo revelar los designios divinos según la dirección del vuelo o sus gritos, poniendo a los vivos en comunicación con los espiritus de sus antepasados, que residían en las mismas cavernas donde dichas aves moraban durante el día.
La pupa o “suelda que suelda ” (Pesittacanthus cuneifolius ) es una planta semiparásita que crece sobre las que son leñosas. Del jugo de sus frutos, los indios del Cuzco preparan parches para curar las fracturas óseas. Es razonable el empleo de la retama (Spartium junceum ) y del rocke (Colletia spinosa ), ya que de ellas se extraen alcaloides; de una, la espartina; de la segunda, la colletina.
A continuación damos una lista de plantas utilizadas por los chamanes, brujos y curanderos de los indios de Sudamérica.
Achiote: Sirve para evitar cicatrizes a causa de erupciones cutáneas, y para curar la disenteria; también es astringente y febrifugo.
Alcotán: Es un bejuco serpentiforme, cuya raíz es un febrífugo especial contra las mordeduras de serpiente.
Amate: Su flor atrae la felic idad y ahuyenta los espíritus.
Borrajo: Su raíz cocida alivia los dolores de riñones; también es analgésico y antirreumático.
Camotillo: Según la leyenda, causa la muerte en el mismo espacio de tiempo que media entre el corte de la planta y la administración de su infusión.
Cuculmeca: Planta excelente contra el dolor de oídos y las enfermedades de la sangre.
Escobillo: Tiene propiedades emolientes, combatiendo las afecciones de los ojos.
Liquidambar: Esta planta produce una una savia antiséptica usada en la cicatrización de heridas.
Loroco: Es un veneno muy activo.
Maquey: Especie de ágave, de cuya savia al fermentar se prepara el famoso pulque, bebida espiritosa típica de México y Centro América, propia para calmar dolores de cualquier clase.
Supuyul, o semilla de zapote: Suministra una grasa perfumada que los indios emplean en el cuidado del cabello, y como antídoto contra el reumatismo.
Sávila: Contiene un jugo resinoso y gomoso, que se aplica en emplastos para aliviar el dolor de muelas. Combate las enfermedades venéreas y es purgante.
Tabardillo:Es uno de los bejucos más empleados en la farmacopea chortí, debido a sus propiedades curativas contra las fiebres, el paludismo y el dolor de cabeza.
Vegetal: Se emplea para preparar baños contra el reumatismo, agregándose manzanilla.
Venadillo: Muy popular, se recomienda principalmente para aliviar el dolor de estómago.
Yupur: Tiene una savia lechosa que se aplica contra el dolor de oídos, y para curar el afta bucal: sus hojas poseen virtudes antipalúdicas.
También el tabaco es una de las plantas medicinales más apreciadas por los indios sudamericanos, junto con el Mescal y el Peyote.
También el Mate fue considerado como planta mágica, siendo considerada sucesivamente como sagrada, alucinógena o medicinal, para terminar siendo solamente una bebida refrescante, y en ultimo termino, estimulante.
Entre los indios de los Llanos de Venezuela se empleaba el yupó o ñopo, generalmente para animarse en las fiestas, tanto religiosas como populares.
Otra planta mágica es el Yagé, cuyas virtudes mágicas son hacer soñar, tener visiones coloreadas y producir fenómenos telepáticos. De esta planta se utiliza la parte inferior del tallo ascendente, triturada en un mortero, a lo que se añade agua fría, colándose acto seguido por un tamiz. El líquido resultante se ingiere y a los pocos minutos se producen los primeros efectos, con palidez y temblor general, sudor abundante, y finalmente delirio furioso. Un cuarto de hora después, el individuo se calma, durmiendose apaciblemente.